Descripción
Para probar un limpiador ultrasónico, se recomienda realizar una prueba de la lámina (prueba de la lámina de aluminio) conforme a la norma IEC 886 en la puesta en marcha inicial y periódicamente (por ejemplo, ¼ de año) después de un periodo de funcionamiento correspondiente. El efecto de los baños de ultrasonidos viene determinado por la intensidad y la distribución de la cavitación típica del proceso en la cuba oscilante. La prueba de la lámina es un método sencillo para visualizar la intensidad y la distribución de la cavitación en un limpiador ultrasónico. Para ello, una lámina de aluminio insertada es perforada o destruida por la cavitación hasta cierto grado, dependiendo de la duración.
Las diapositivas pueden archivarse de forma adecuada (escaneado, fotografía, etc.). Esto permite comparar las películas en cualquier momento. Las zonas perforadas o agujereadas de las películas deben tener aproximadamente el mismo tamaño y distribución, nunca son congruentes. Las pruebas periódicas de las películas son la única forma de comprobar el proceso, por ejemplo, cuando se reprocesan productos sanitarios.
La elección del bastidor de alambre depende del tamaño del limpiador ultrasónico. Los bastidores de alambre están diseñados para una amplia gama de dimensiones de cuba. Para realizar la prueba también se necesita papel de aluminio de uso doméstico, que no se incluye en el volumen de suministro.