Al fresar madera, los filos de corte y las cavidades se ensucian al cabo de un tiempo debido al proceso. Los depósitos sólidos son principalmente residuos de resina. Las impurezas merman la calidad del corte y provocan un aumento de la fricción, lo que a su vez genera temperaturas más elevadas y un mayor desgaste. Debido a su complejo diseño, los cabezales de las cepilladoras sólo pueden limpiarse de forma inadecuada con un cepillo.
Una solución eficaz es limpiar con ultrasonidos las herramientas de corte como cabezales de fresado, hojas de sierra y cabezales de cepillado.