En el agua del grifo siempre hay gases disueltos. Éstos son expulsados durante la sonicación, que aglutina un gran número de burbujas de cavitación. Si se deja desgasificar el baño de ultrasonidos recién preparado durante 10-30 minutos antes de limpiarlo, en función del volumen, se consigue un efecto de limpieza óptimo.